Cómo surgió el proyecto según Julieta

Hace no más de un par de años compré mi primera cámara. Si bien no tengo ninguna formación académica, me considero una humilde autodidacta.

Antes de la adquisición, ya me interesaba capturar ciertos instantes que solo podía retener con la mirada, pero al tiempo se desvanecían en mi memoria. Sin darme cuenta, mi introspección autoproclamó la fotografía como una forma de escape de la realidad y la cotidianeidad, un cambio rotundo de perspectiva, una forma de encontrarme. Siendo honesta, trato de evitar los espacios y temas comunes, en todo sentido, por lo que comprendí una nueva forma de comunicarme con un mundo que tanto me fatigaba.

En julio, el día de mi cumpleaños, se me ocurrió contactarme con un actor transformista que había contratado con anterioridad para un evento. “Fran La Gorda” es el nombre artístico del talentoso actor.  Franco no dudó un segundo en aceptar mi propuesta: documentar su proceso de transformación para un evento que realizaría por la noche.

Fueron casi cuatro horas intensas, sumergida en un escenario dadaísta y bizarro, desahogándome del hollín de la “normalidad”. Sentía que le pertenecía al momento y el momento me pertenecía a mí. Todo estaba donde tenía que estar. La única regla era no preparar ni esperar nada. Le dije, “solo hacé lo que tengas que hacer, yo voy a capturar lo que vos me dejes mostrar”

Me fascinó la idea de captar su persona, su cotidianeidad ajena a la mía y al común denominador; siempre con el máximo respecto. Me guié pura e intuitivamente, dejando que los instantes me invadieran y así poder captar el “momento decisivo”. No puedo obviar el hecho de que su persona era sumamente intensa, grotescamente bella, segura y con un gran sentido del humor. Tampoco el hecho de que su búsqueda también representaba la mía.

Realmente fue una difícil selección, ya que todos los pasos que tomó para convertirse en la diva que es fueron de máxima importancia, pero tan solo un par de fotografías retenían su extraordinaria esencia.

El proyecto

Se titula «El proceso de transformación»

En palabras de Fran “El diamante es solo un trozo de carbón que soportó una extraordinaria presión”, y yo me encontraba allí, captando la belleza de aquel diamante en bruto.

Otras fotografías cuentan con una mirada alternativa, lo que tal vez ni observaríamos o voltearíamos a mirar. Una búsqueda constante de belleza donde parece que no la hay, de un lenguaje que apenas está naciendo.

Mi nombre es Julieta Diaz Arbizu, tengo 27 años. Soy estudiante de la carrera de Diseño Gráfico de la FADU (UBA). Me desempeño como ayudante en la materia Tipografía II, cátedra Venancio. Experimento con ilustración, costura y fotografía. Amo la palta, los días de lluvia y los felinos.