UX. Dos letras que definen tanto y a la vez parecen tan confusas. Hoy aparecen en un grandísimo número de ofertas laborales relacionadas con el diseño. ¿De qué se trata esta misteriosa disciplina, tan propia del pensamiento proyectual y a la vez tan poco explorada en nuestra facultad? ¿Se trata de diseñar apps y sitios web? ¿Es una moda pasajera? ¿Cómo puedo conocer más y saber si me gusta? De todo esto y más conversamos con Alejandro Prieto, diseñador con más de 15 años de experiencia en el área de UX y líder de equipos interdisciplinarios.

Pensar en un antecedente nos remonta a los métodos de las investigaciones de mercado, aplicadas como tácticas en buena parte del siglo pasado, a partir de análisis de producto, servicio o público siempre a través de encuestas o focus group.

Desde los años 90’s y principios del 2000 en Estados Unidos la cuestión ya estaba en la tapa de los libros. Las primeras referencias e investigaciones se fueron instalando de manera fuerte principalmente en el ámbito de la ingeniería en sistemas, seguido por la psicología o la sociología.

Puntualmente, analizando el escenario de argentino y su contexto, hoy la cuestión tiene cada vez más peso. Desde hace 6 años, más precisamente hace 4 o 3 años, el interés se hizo más notorio y la demanda más madura. Principalmente, cuando las empresas de servicios multinacionales, y algunas software factory, empezaron a estructurar áreas de UX con una determinada cantidad de personal, una determinada cantidad de reglas y con cuestiones que tenían que ver con la definición de buenas prácticas.

Hoy se consolida como una disciplina en sí misma con su propio cuerpo de estudio y sus propios objetos de estudios.

En diálogo con Alejandro Prieto, y para escapar a las definiciones de manual escritas sobre piedra y en una era donde todo cambia de manera vertiginosa nos preguntamos nuevamente ¿cómo se definiría una experiencia de usuario?. “La experiencia de usuario es algo subjetivo, es una suma de juicios de valor sobre el resultado de la interacción de una persona con un servicio o producto digital o cualquier instancia de contacto con un servicio, una marca una empresa” afirma.
Presuponiendo y confirmando, que la experiencia es inevitable y que siempre ocurre e impacta directamente sobre la percepción de una persona sobre ese producto o servicio, Prieto continua “si es bueno o no es bueno, si resuelve o no sus necesidades y en qué grado las resuelve. Si lo recomendaría o no, si le cuesta más o menos trabajo, o si le demanda más o menos energía. Todo eso influye en la percepción y la valoración que tiene esa persona de ese producto o servicio. La experiencia de usuario en síntesis es el resultado de toda esa suma de interacciones e impacta directamente en la percepción de valor de un producto. Siempre fue así, pero esta apertura y demanda que empieza a aparecer tiene que ver con entender que en definitiva donde pasan las cosas, donde los productos agregan valor no es en la góndola, no es en el precio, sino en la cuestión más simbólica y más subjetiva de lo que le termina pasando a la persona. Si le es conveniente, si le es útil, si le es placentero”.

Esta nueva sigla que circula cada vez más en las redes sociales, plataformas multimediales y publicidades (invasivas y no tanto) parece ser el hallazgo que garantiza una efectiva percepción de las personas al interactuar con un producto o un servicio. UX (User Experience) se define entonces como el trabajo que busca mejorar un producto o un servicio, logrando que el usuario tenga una buena experiencia a la hora de consumirlo o usarlo.

¿De qué hablamos cuando hablamos de UX (experiencia de usuario) y UI (interfaz de usuario)?

Podría decirse que es una cuestión mucho más amplia. Algo que ocurre en la cabeza de las personas. En cambio UI tiene que ver con la interfaz de usuario, está mucho más relacionado con lo que ocurre del lado del sistema, como se presenta la información y las opciones de interacción al usuario. Aclara Prieto y amplía sea una interfaz gráfica, una interfaz auditiva, una interfaz háptica. Puede ser la pantalla de un celular, o puede ser el menú telefónico o la cabina de un auto o un avión. Todas son interfaces. Una es más gráfica, otra es háptica y espacial, tridimensional. Y otra es más auditiva, porque las opciones de menú y la interacción viajan por el sonido. O puede ser un chatbot, o Siri como interfaz conversacional, netamente por sonido.

Ahora bien, ¿qué es diseñar UX?

Pensar, desarrollar o implementar el diseño de una experiencia se refiere al conjunto de diversas habilidades que contempla aspectos como: la usabilidad, accesibilidad e interacción entre usuario y producto.

Hoy, a su vez, los proyectos de UX como actividades de diseño implican además otras prácticas como: investigación del usuario, pruebas de usabilidad, arquitectura de la información, diseño de la interacción, estrategia del contenido, diseño visual y recopilación de datos para procesamiento y análisis de ciertos indicadores.

Al preguntarle a Alejandro Prieto si UX es Moda o un espacio que llegó para quedarse. No lo dudo ni un segundo. “100% llegó para quedarse por un montón de cuestiones que hacen a la oferta de productos y servicios que empiezan a igualarse…” responde categóricamente. “Java es igual para todos, html es igual para todos, los dispositivos, android, ios, cloud computing, empiezan a ser más o menos lo mismo para todos. A medida que empieza a igualarse el acceso a la parte material de un bien o servicio digital, la diferencia pasa a estar en la experiencia. Por ejemplo, cómo te resuelvo la vida, cuán bien te la resuelvo. O cuánto valor real y simbólico le estoy dando a la vida de los usuarios”.

Y continúa “eso es lo que hace que los usuarios terminen eligiendo determinado producto o servicio, o que modelo de negocios termine triunfando. Entonces en la medida que vamos entendiendo que la cuestión pasa más por lo que pasa en la cabezas de los usuarios, (si se quiere también por los corazones, al intervenir las satisfacciones) empieza a hacerse más evidente que el diseño de experiencia de usuario deja de ser sólo la parte de UI. Es decir, deja de pesar la parte que está en el sistema, como está dibujado, planteado o pintado, y empieza a pasar por cómo le aportamos valor de una forma más holística al usuario. Desde una experiencia más omnicanal, también más curada, más controlada”.

Ping Pong, con explicaciones

¿Encontrás algo que caracteriza al diseñador?

“Al trabajar con stakeholders (FADU), y entrevistarlos para diferentes posiciones, lo que les caracteriza en general es una base teórica muy firme y sólida. Un manejo del léxico y del vocabulario de diseño también muy amplio, muy sólido. Pero al mismo tiempo con una visión muy humanista del diseño (un poco romántica). Quizás con ciertas reminiscencias de la década del 1930 o 40, donde el diseño era esta cuestión que venía a brindarnos un mejor hábitat, un mejor espacio, un mejor estilo de vida. Y que en definitiva se terminó transformando en un commodity, agregando valor a un producto que se vende en un mercado donde lo que importa son las ganancias y no el producto.

De hecho, eso fue así hasta el 90-2000 donde el diseño empieza a transformar y transformarse. Lo mismo pasa con el marketing que empieza a mirar otra dimensión del humano”.

Ya no estoy sintiendo que venimos a mejorar el mundo y cambiar las condiciones del hábitat de las personas, ni a satisfacer necesidades humanas profundas. Sino que nos posicionamos como la forma de proyectar productos y servicios y bienes que son más relevantes a las personas. No se si le vamos a mejorar la vida de una manera directa a las personas, pero sí vamos a intentar ser más relevantes en la manera de solucionar ciertos problemas.

Ahora bien podemos pensar si los problemas son reales o no. Si son creados de una manera ficticia por el mismo mercado, que tiene que vender, entonces esa será una cuestión a ver. En ese contexto Pietro resume “lo que viene a hacer el diseño es pararse en el lugar de entender mejor a esa gente, y de cara a esa necesidad, generar cuestiones que empiezan a ser más relevantes, positivas, valiosas y que le den una mejor experiencia. Si se quiere, la diferencia con esta concepción más humanista es que ahora somos más hedonistas, estamos más dedicados al placer al ahorro del tiempo, más que a la cuestión de mejorar la condición humana o mejorar las condiciones del hábitat”.

¿Cómo fue tu camino para llegar a trabajar en UX?

“Vengo migrando desde el diseño gráfico desde el 2000, 2001. Con la aparición de flash me fui dando cuenta que había otra dimensión, justamente la de la interacción y todos los procesos cognitivos que hacen que entendamos diferentes elementos como accionables.El tiempo, la respuesta de una interfaz digital de una determinada manera, las animaciones, el skeuomorfismo, todo lo que tiene que ver con la configuración de elementos accionables y la presentación de contenidos en pantalla me empezó a llamar la atención a partir de poder ejecutarlo en flash o en la web. Así, empecé a meterme un poco más en lo que le pasaba a la gente, al campo de la usabilidad, la accesibilidad y finalmente la experiencia de usuario como un todo”.

¿Qué es lo que más te apasiona de tu día de trabajo?

“Trabajar en equipo, liderar gente, preocuparme por que estemos todos alineados en determinado propósito u objetivo. Me interesa generar consenso al identificar el problema entre todos, idear una hipótesis de solución y después validar esa hipótesis. Todo el trabajo que se de como una conversación constante entre personas en la cual vamos entendiendo a otras personas y a medida que vamos entendiendo vamos intentando mejorar lo que estamos tratando de solucionar de manera iterativa. En síntesis, pensar en esas personas a las cuales les estamos brindando una solución a algo que antes no tenían o una mejor solución a algo que se les ofrece hoy el mercado.
Por ejemplo, al ofrecer una alternativa a los costos y el tedio de los bancos tradiciones, o abrir posibilidades para aquellos que trabajan informalmente, en cierta medida, estamos transformando el panorama financiero de las personas”.

¿Qué le recomendas al que empieza a meterse en el tema?

“Lo primero algo muy parecido a cuando te gusta el dibujo y queres empezar a meterte: hacete el hábito de observar. Ser consciente cuando estás observando o interactuando con algo. Pensar qué está pasando en tu cabeza, qué es lo que está generando ese estímulo en la pantalla o en el mundo físico. Por ejemplo, estoy usando Instagram, Spotify o buscando en netflix: ¿cómo estoy mirando?, ¿cómo netflix me atrapa para mirar ese próximo capitulo?, ¿por qué me estoy sintiendo tan bien, tan mal, tan confundido, perdido o tan enojado?. ¿Qué es lo que me lo esta generando en la interfaz?. Para aprender no necesario hacer un curso caro y pagarlo, esta bueno asistir a charlas y talleres, por ejemplo como los que estamos dando en FADU, meterse, tratar de hablar con los referentes, preguntar y leer, leer mucho. Y nunca tener miedo de laburar en esto”.