«La cama» de Mónica Lairana
Un bello y descarnado adiós
por Néstor Granda
«La cama» de Mónica Lairana
Un bello y descarnado adiós
por Néstor Granda
«La cama» es el debut en el largometraje de la actriz y directora Mónica Lairana, quien ya había sorprendido con su particular mirada en los cortometrajes, premiados internacionalmente, «Rosa» (compitió por la Palma de Oro en el 63° Festival de Cine de Cannes en 2010) «María» (estrenado en el Festival de Rotterdam en 2013 y ganador del Premio Cóndor de Plata como Mejor cortometraje argentino del año) y «Emilia» (realizado en 2014 a pedido del Museo del Cine de Buenos Aires, como un tributo a un histórico noticiero argentino llamado “Sucesos Argentinos”)
Era de esperar que esa mirada particular, sensible, diferente se trasladara a su ópera prima y así lo hace; «La cama» es una de las películas más descarnadas y bellas que haya dado el cine argentino en los últimos años.
En «La cama» hay una casa a punto de ser deshabitada. Tras treinta años de convivencia, Jorge (Alejo Mango) y Mabel (un extraordinario trabajo de Sandra Sandrini) han decidido separarse. Lairana nos permite observar esas últimas horas que la pareja pasará junta.
Sólo una casa a desarmar, una pareja adulta al desnudo -en todos los sentidos de la palabra-, las emociones de una despedida y una cama son los elementos y las criaturas que la directora necesita para sumergirnos en una historia tan sencilla y extraordinaria a la vez. Minimalismo y cine en estado puro es el resultado. Cine en su máxima expresión; ese que no necesita diálogos o cuando los hay, mínimos, son contundentes y precisos. Cine que narra en imágenes. Imágenes compuestas con exactitud: planos fijos, encuadres que nos permiten involucrarnos a una distancia prudencial con esos personajes enmarcados en puertas o ventanas y una fotografía más que acertada, casi pictórica.
Mónica Lairana, como directora de cortometrajes supo recibir varios premios internacionales: “Rosa” compitió por la Palma de Oro en el 63° Festival de Cine de Cannes en 2010, “María” (se estrenó en el Festival de Rotterdam en 2013) fue ganador del Premio Cóndor de Plata como Mejor cortometraje argentino del año y “Emilia” (realizado en 2014 a pedido del Museo del Cine de Buenos Aires, como un tributo a un histórico noticiero argentino llamado “Sucesos Argentinos”).
«La cama es una exploración cruda y realista acerca de lo privado e íntimo, la maravilla de la vida ordinaria y cotidiana, con la intención de retratar ese instante final de una pareja que se rompe», señala Lairana y se pregunta «¿Es acaso posible captar el instante preciso en que dos cuerpos dejan de ser amantes y se convierten en extraños?». Sin dudas que sí. Su película es la respuesta a su propia pregunta. Todo en «La cama» es tiempo/espacio resignificado. Es la captura de los cuerpos envejecidos, de la sexualidad desencontrada, de una casa que se fue desarmando con los años, de los silencios, de lo ya dicho y lo poco y sincero que queda por decir, de una cama que es símbolo y metáfora. Es la captura de ese instante, con precisión, con una mirada absolutamente particular en la que los cuerpos son el eje central del relato. Podríamos arriesgar y decir que Lairana encuentra en la corporalidad su especial forma de narrar; ya en sus cortometrajes «Rosa» y «María» se ve claramente esta búsqueda. En su cine, son los cuerpos los que hablan, los que cuentan historias, los que interpelan al espectador.
Cine en su máxima expresión; ese que no necesita diálogos o cuando los hay, mínimos, son contundentes y precisos. Cine que narra en imágenes.
SINOPSIS
Tras treinta años de convivencia, Jorge (60) y Mabel (59) han decidido separarse. Éstas son las últimas horas que compartirán juntos como pareja, como familia. La casa familiar se vendió, y hay que desmantelar, guardar, tirar, antes que llegue el camión de la mudanza. Esa mañana, Jorge y Mabel intentan hacer el amor de mil maneras, pero todo es en vano.
Los dos terminan llorando. El resto del día, encerrados en la casa, ellos mueven muebles, comen, se bañan, se ríen, embalan objetos, dudan, sufren, se ríen otra vez, lloran, y en medio de todo el vaivén de sus emociones, se despiden, el uno del otro.
FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA
Argentina, 2018 / 94 minutos / DCP / Color / Español
Escrita y dirigida por Mónica Lairana | Producción ejecutiva: Adriana Yurcovich, Ana Alice de Morais. | Productores: Mónica Lairana, Adriana Yurcovich, Paulo Pécora, Gema Juárez Allen. | Coproductora: Ana Alice de Morais. | Productores asociados: Ingmar Trost, Frans Van Gestel, Arnold Heslenfeld, Laurette Schillings. | Asistencia de dirección: Dieguillo Fernández. | Dirección de fotografía: Flavio Dragoset.
Dirección de arte: Maru Tomé, Renata Gelosi. | Edición: Eduardo Serrano. | Dirección de sonido: German Chiodi. | Postproducción de sonido: Manuel De Andrés, Juan Sebastián Pappalardo. | Jefatura de producción: Leandro Borrell. | Casting: Gabriela Fantl, Mónica Lairana. | Vestuario: Laura Donari. | Maquillaje y peinados: Elizabeth Gora. | Companías productoras: Rioabajo, Gema Films, 3 Moinhos. | Compañias asociadas: Sutor Kolonko, Topkapi Films.
REPARTO
Alejo Mango. |Sandra Sandrini
Consultada sobre este tema es la misma Lairana quien responde «mi interés por trabajar con el lenguaje de los cuerpos podría decir que tiene varias razones. Por un lado, porque me gusta la poética que sugiere un cuerpo desnudo, y porque creo profundamente en la belleza de los cuerpos naturales atravesados por el paso del tiempo. A contra corriente de una cultura que nos invade con su imposición de valores y enaltece los cuerpos jóvenes y perfectos, rechazo esa idea y me propongo una y otra vez poner frente a nuestros ojos lo que es para mí bello por naturaleza y nos es culturalmente vedado. Algo similar me sucede respecto de abordar la sexualidad de la gente mayor. Por otra parte, me interesa utilizar los cuerpos como espacio narrativo. A través de ellos busco sugerir otros temas como la vejez, el paso del tiempo, el vaivén emocional, la intimidad, el sexo.»
No caben dudas que detrás de cámara hay una directora con su especial y sensible mirada en la búsqueda de una poética propia. «La cama» lo demuestra. Descarnada y bella, la ópera prima de Mónica Lairana es una de las mejores películas argentinas del año. Y por qué no, de los últimos tiempos.